Las ventanas aislantes son aquellas que nos protegen del calor y del frío dentro del hogar. Pero ¿sabes cómo funcionan y qué tipos hay? Aquí te lo vamos a explicar en detalle.
¿Qué son las ventanas aislantes?
Una ventana aislante es un sistema de acristalamiento que sirve para mantener estable la temperatura interior del hogar evitando que el frío o el calor del exterior penetren en él. Funciona como si se tratase de un termo de bebida o comida.
En concreto, su estructura está formada por una capa exterior y por otra interior que nunca mantienen contacto entre sí. De ese modo, no permiten el paso de la temperatura. O, al menos, lo reducen al mínimo.
Rotura de puente térmico, un concepto clave
Seguro que, si has pedido presupuesto para comprar ventanas, te han hablado de la rotura del puente térmico. En concreto, esta tecnología se fundamenta en una cámara que impide que la parte externa del acristalamiento (aquella que da a la calle) esté en contacto con la interna (la que vemos desde dentro de la casa).
El objetivo de esta tecnología es impedir que el vidrio y el material del marco de la ventana actúen como conductores térmicos. Así, aunque haga mucho frío y cara externa del cristal esté helada, la interna permanecerá a una temperatura estable. También impide que se generen pérdidas si tenemos activados los sistemas de aire acondicionado y calefacción.
Tipos de ventanas aislantes
Como ya hemos dicho, la clave para que una ventana aislante funcione es la rotura del puente térmico. Sin embargo, hay diferentes tipos que se diferencian, principalmente, según el material utilizado para construir el marco y la estructura. Son estos:
- Ventanas aislantes de aluminio. Las más demandadas en la actualidad debido a su excelente relación calidad-precio. Son muy duraderas, admiten un sinfín de opciones de personalización y apenas requieren mantenimiento. Además, son muy resistentes al fuego. Sin embargo, no resultan excelentes en términos de aislamiento. Este suele medirse según la transmitancia térmica U. Sus valores oscilan entre los 3,2 y los 4 W/m2K.
- Ventanas aislantes de PVC. Sin duda, la ventana de pvc es la que mejor propiedad aislante ofrece ya que el PVC es un material que, en sí mismo, es un muy mal conductor de la temperatura. De hecho, su transmitancia térmica U se queda entre los 2 y los 2,2 W/m2K.
- Ventanas aislantes de madera. Presentan el problema de requerir mantenimiento periódico. Sin embargo, ofrecen unas excelentes propiedades de aislamiento térmico (entre 2 y 2,2 W/m2K, como el PVC). También aíslan perfectamente el interior del ruido.
Por su parte, aunque el material sea el criterio principal para medir la capacidad aislante de una ventana, hay otros que también influyen. El más importante de ellos es el sistema de cierre.
Generalmente, la elección depende del espacio disponible en el interior de la vivienda. Si es reducido, la mayoría de usuarios optan por un cierre de corredera, si bien es cierto que este es el que peores prestaciones aislantes ofrece. La segunda opción más popular es el cierre batiente, que las mejora bastante. Otras alternativas a tener en cuenta son las pivotantes y las oscilo batientes.
¿Y qué pasa con el ruido?
Muchas personas creen que las ventanas aislantes de temperatura también son útiles para reducir el nivel de ruidos que llega al interior de la vivienda procedente del exterior. En cierta medida es cierto ya que la cámara de rotura del puente térmico tiene este efecto. Sin embargo, para que realmente sean útiles a nivel acústico, es necesaria la aplicación de tratamientos y materiales específicos.
En definitiva, las ventanas aislantes son elementos imprescindibles para disfrutar de un hogar eficiente y acogedor. Gracias a ellas podemos evitar que se produzcan pérdidas de temperatura en invierno y ganancias en verano que nos obliguen a consumir más energía a través de nuestros sistemas de calefacción y aire acondicionado. Por tanto, aunque puedan parecer caras en un primer momento, se trata de inversiones muy rentables que acaban por amortizarse en muy poco tiempo.